Formentera está llena de color, de vida, de magia gracias a sus maravillosos paisajes naturales y sus espectaculares y numerosas calas.
Playas perfectamente definidas, como sacadas de una postal, con el agua turquesa y sus olas dibujando una belleza diferente.
Su interior tiene un encanto especial con historia, con rincones escondidos, con cuevas o lagos y multitud de bosques.